BeSaNDo SaPoS

De todo y nada, de lo que gusta y lo que no, de cosas vanas, de verdades y mentiras, de lo que pienso y de lo que no...nada mío y de muchos...

sábado, marzo 10, 2007

Dance of Fate with Epica


Lo recuerdo como si fuese ayer. 16 de junio de 2006. Dos tickets para un concierto, una ciudad desconocida y un grupo de hombres corpulentos, rapados o con largos pelos rubios, todos porsupuesto, vestidos de negro. Las mujeres preciosas, góticas, vestidas como princesas del anochecer despertando las miradas de los hombres que las deseaban en secreto.

Mientras observaba todo bajo mis ojos de periodista, también dudaba de esta experiencia tan lejana a mis preferencias musicales, más cercanas a lo clásico y a la salsa que al metal sinfónico. Sin embargo, los ojos expectantes de mi acompañante y sus ansias por mostrarme una pequeña parte de su gusto musical, me alentó a entrar a esa discoteque que por esta noche sería la anfitriona de un gran descubrimiento para mí. Pensé en los saltos, los empujones, los tirones que traen como consecuencia este tipo de música, al menos en sudamérica, pero me sentí protegida por mis "guardaespaldas"; dos hombres altísimos que prometieron cuidar de mi pequeña anatomía, uno con su metro noventa y cuatro y el otro, que sobrepasa por lejos el metro ochenta.

Ya segura y al interior del recinto, el olor a cerveza me hizo olvidar los temores y recordar cuánto me gusta este brebaje, sobretodo la preparada en estas latitudes del mundo. Se apagaron las luces, Romeo trajo la cerveza y sucedió lo increíble. La música comenzó a salir de los parlantes y de pronto todos éramos amigos. Los hombres calvos que parecían salidos de prisión se quedaron hipnotizados como yo, de la voz melodiosa de Simone, una diosa pelirroja que parece estar en llamas. Una a otra las canciones fueron tomándome y yo sólo pude cerrar los ojos e imaginar. Su música evoca la Edad Media, pero con letras que hablan sobre temas actuales. Así descargué todos mis sentimientos, sintiendome libre, aliviada, pura.

Me sorprendió el tipo de energía que las personas emiten en Europa, la sientes, pero son muy tranquilos, lo que sin duda te deja disfrutar el espectáculo. No empujan, no pisan, sólo bailan, cantan y alzan sus manos a la espera que Simone los toque y los eleve por unos segundos a ese mundo mágico, donde pertenece junto a Mark Jansen que es un genio y que decidió crear su propia banda luego de pertenecer a After Forever.

En medio de estos pensamientos, una conversación logró traerme al mundo real; mi guardaespaldas principal, pedía a la gente que no se pusiera al frente mío, porque era muy chica. ¡Sopresa!: terminé a 1 metro de Simone, frente al escenario, ya que decidieron ceder espacios para que yo, la chilena, pudiese ver este espectáculo en el país natal de la banda...Esto en Chile, no pasa. Sin descalificar, si te atreves a hacer eso, te vas por lo menos con un diente menos para tu casa.

Con Simone frente a mí, seguí en trance una hora y media hasta el final del concierto, donde Mark nos dio la despedida.

- Meer?
- Jaaaaaaaaaa! Jaaa!, meer, meer, meer!

Eran los gritos del público que se quedó con dos canciones de regalo y yo me llevé una noche asombrosa, gracias a una artista que tiene una voz y presencia en el escenario impactante.

Fin del show. Vinieron los comentarios necesarios y el agradecimiento a mi acompañante por tan preciado regalo.

Llegamos a casa de muy buen ánimo y puse Consign to Oblivion, mi CD favorito, que siguió siendo la inspiración para una de las más increíbles noches de mi vida, junto a mi guapo guardaespaldas de ese día y de todos las que siguieron hasta hoy.