Por primera y espero, última vez

Escribo desde la nostalgia. Tengo un dolor en el pecho hace 2 días que no puedo obviar aunque lo necesite.
Lo quiero. Lo quiero y no puedo entregar ese cariño. Él lo sabe y comparte este amor, pero no podemos hacer nada.
Me arriesgué y decidí quererlo, él también apostó por mí y su sonrisa amplia me dio la confianza para hacerlo sin reparos, como nunca antes.
Su nacionalidad se llevó lejos nuestro amor que no muere a pesar de los meses transcurridos e incluso se va alimentando con detalles y promesas que esperamos cumplir.
Estoy triste.
En días como estos, lo necesito conmigo para que seque mis lágrimas.
- Estoy contigo, niña
- Lo sé, pero te extraño
- Es que no podemos hacer nada cielo, falta poco. Esto de quererse desde países tan lejanos tiene esta desventaja, pero al menos nos conocimos.
- Es cierto. ¿Vamos a estar juntos?.
- Claro cariño, siempre estoy contigo, pienso en ti todos los días.
-Te quiero.
- Yo también te quiero y mucho.
Es primavera, los días han mejorado. Veo a las parejas caminando por la calle abrazados, diciéndose cosas al oído y recuerdo nuestras conversaciones. Las cosas que me dice él al oído.
Quiero sus abrazos. Necesito sus besos llenos de amor y sensualidad.
Sé que no está, pero lo busco. Espero ver el milagro de sus ojos verdes, de sus manos perfectas y su cabello miel, pero sólo tengo su recuerdo que se desvanece con los días y que trato de mantener intacto para no seguir perdiéndolo.
Era fácil soportar la soledad cuando no estaba. Era fácil no necesitar a nadie, porque todavía no lo tenía. Ahora que probé sus besos y me regaló las caricias más suaves y pacientes que nunca tuve, no puedo aceptar el no tenerlo.
Lo quiero, de la manera más humilde y más honesta
Lo extraño, porque me hice adicta a su presencia
Lo necesito, pero de manera libre y con pausas
Lo siento conmigo, aún cuando estemos a 14 mil kms... ESO ES LO QUE DUELE...